Basado en un hecho real que todos conocemos -recordemos la popular canción de Mecano-, vemos como Laika acaba como una perrita callejera en un mundo en el que los animales no reciben ningún respeto, hasta que es capturada y entrenada para una misión que implica su muerte: el lanzamiento del Sputnik II, donde no se llega a contemplar nunca su vuelta.



Laika es una historia de ambiciones, sufrimiento y remordimientos, donde observamos diferentes puntos de vista: desde los antiguos dueños del animal, que desconocen su paradero, con la incertidumbre que ello conlleva, a científicos, e incluso al de la propia entrenadora que intenta convencerse de que el fin justifica los medios y que el destino de sus animales es inevitable. (a pesar de ser el personaje más humano paradójicamente, y más desarrollado). Podemos observar además, a lo largo de la obra, como el ser humano se considera por encima de todo y de todos, considerándose en definitiva como el ser vivo por excelencia de este planeta. Lo inesperado fue ver la repercusión negativa que tuvo este hecho. Adicionalmente, se nos narran las mentiras de los hechos que se expusieron al público, por lo que de hecho se podría considerar un libro-denuncia en gran parte.

Nos encontramos en definitiva con un conmovedor -se nos saltará la lagrimilla alguna vez, o cuanto menos, un nudo en la garganta- relato -odio el término novela gráfica- muy bien narrado -con un importante trabajo de investigación detrás- y escrito. Nick Abadzis recibió por Laika el prestigioso premio Eisner a la mejor "novela gráfica" juvenil en 2008. Una lectura muy recomendable y que nos hará reflexionar hasta qué punto se puede justificar un fin. Glénat, 19.95 €.

PD: entrada dedicada a todos los animales con los que he ido compartiendo mi vida y me han ido dejando: Toshi, Miki, Lolo, Lina, King, Coco, por vosotros :-)